En un mundo cambiante y transformado en el que nos encontramos, es importante que como docentes sepamos enseñar a los niños a "aprender a aprender". Es decir, los educandos deben ser capaces de adaptarse a las transformaciones a la que se ven sometidos en un mundo y una sociedad que se caracteriza por la renovación. Así, los niños podrán conseguir el auto aprendizaje, lo que les permitirá crecer, sobrevivir y aprovechar todo lo nuevo que descubra la sociedad, adaptándose a lo nuevo y lo desconocido.
De esta forma, la pregunta que debemos hacernos como docentes en este caso es: ¿qué modelo es más eficaz para conseguir esto?
Dentro del arte, a lo largo del tiempo se han desarrollado y han tomado importancia diferentes modelos y corrientes que eran acordes y concretas para la sociedad y la época en la que aparecieron. Los cuatro modelos históricos son: Taller del Artista, La Academia, La Bauhaus y El Genio. Simplemente daremos unas breves pinceladas de cada uno de ellos, con una reflexión final.
TALLER DEL ARTISTA
Esta corriente o modelo consiste en la enseñanza desde la experiencia. Así, el artista transmitía sus conocimientos en su taller, de na manera personal a sus aprendices. Es un modelo simple, pero muy eficaz, basado en la experiencia con la que enseña el maestro, y a partir de la cual aprenderá el aprendiz (valga la redundancia).
Hasta nuestros días, donde podemos encontrar muy fácilmente, cómo hacer algo: dibujos, esculturas... las nuevas tecnologías facilitan este tipo de enseñanza en la actualidad, y de una manera fácil y rápida se conseguimos por ejemplo, dibujar una mano (con sus proporciones, medidas, etc)
LA ACADEMIA
El origen de este modelo, puede considerarse, con la fundación de la primera academia llevada a cabo por Giorgio Vasari, en 1563. El proceso de aprendizaje de este modelo, se basaba en dos ejes principales: el conocimiento científico (fundamentado en la geometría, perspectiva, anatomía, proporciones...) y la práctica del dibujo (en escultura y pintura)
Así como el anterior, este modelo sigue teniendo aportaciones hasta nuestros días, como Salvador Dalí, con su obra, "50 secretos mágicos para pintar" (1951), o David Hockney, con su obra, "El conocimiento secreto" en 2001.
LA BAUHAUS
Este tercer modelo, en mi opinión, constituye un cambio bastante radical con lo que se conocía hasta este momento. Las Bauhaus, se puede definir así: "La recuperación de los métodos artesanales en la actividad constructiva, elevar la potencia artesana al mismo nivel que las Bellas Artes e intentar comercializar los productos que, integrados en la producción industrial, se convertirían en objetos de consumo asequibles para el gran público"
Quizás puede remarcarse, que el ser humano, la persona se sitúa a un lado como objeto del arte, centrándose la atención en nuevos conceptos básicos: el punto, la línea, el plano, la textura y el color, y así, dando un impulso a la abstracción. Así, destacamos a Johanes Itten, Josef Albers (sobre el color); Bruno Munari (textura y estructura)...
Este nuevo modelo va a cambiar la percepción de arte visual como una nueva forma de conocimiento que se puede leer, crear, como alfabetización para la interpretación de imágenes.
EL GENIO o desarrollo creativo personal
Fue prefigurado por los artistas románticos. El criterio artístico consistía en la libertad y la originalidad.
Durante la primera mitad del siglo XX, se centraron en dos aspectos: volver y recuperar lo primigenio y tradicional, y apareció el interés por el arte infantil.
De esta corriente podemos destacar a: Beuys, Dubuffet, Duchamp, Pollock. Se considera un período de cambio e innovación, de creatividad sin límites.
Llegados a este punto, el desarrollo creativo personal ya es algo que atañe al docente, al maestro, que es el encargado de fomentar, motivar, y proporcionar experiencias creativas que constituyan la base de nuevas creaciones.
Todos estos modelos están presentes aún en la actualidad, y es lo que conforma, en cierto modo, la educación artística como disciplina, ya que las artes ayudan al desarrollo personal, la creatividad e imaginación.
Así, el maestro tiene que enseñarle al niño a desarrollarse y afrontar todo esto, a aprender a aprender, a ser creativos, pues en el mundo en el que vivimos queda poco por inventar, sin embargo, el arte no tiene límites, y la creatividad del niño es la más grande que hay. Además de adaptarse a lo desconocido debe mantener y conocer la tradición, la historia, lo que realmente nos ha llevado y ha definido el "hoy", su presente, donde él también participa.
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