lunes, 18 de febrero de 2013

La Educación Prohibida

Este documental "La educación prohibida", refleja muy bien la situación de la escuela de hoy en día. (Aquí dejo el enlace para poder verlo)




Fijaros en este documental. Es curiosa la comparación que comienza haciendo  entre el conocido "Mito de la Caverna" de Platón con la situación actual de la escuela, sujetando y formando a los alumnos en un sistema cerrado y estricto que en ninguna manera atiende a las necesidades y los intereses del alumnado.

Durante mucho tiempo se han llevado a cabo medidas inútiles para mejorar la educación. De hecho, para empezar con un cambio que sea eficaz, hay que reflexionar sobre la naturaleza del aprendizaje y la educación, sobre cuáles han sido los errores cometidos, y por último, como se ha nombrado en el vídeo, identificar  cuáles son las ideas que nos sirven para seguir aprendiendo.

Algo que es cierto, y se ve reflejado muy bien en este vídeo es la parte que muchos ignoran: los alumnos son conscientes de lo que ocurre en las escuelas, y lo que a ellos les afecta. Se educa para la competencia, promoviendo la competitividad, la frialdad y lejanía, sin escuchar ni conocer a los educandos, ignorando qué es lo realmente importante y qué es lo que sustenta la educación.
En este aspecto, lo que falla es el sistema, el docente impone y adoctrina, poniendo como prioridad los contenidos teóricos, el desarrollo curricular.

Estamos en un mundo de transformación y cambio, que obliga a la sociedad, y por tanto a la escuela, a cambiar, renovarse y adaptarse ofreciendo y satisfaciendo aquello que los niños necesitan y requiriesen para alcanzar sus intereses. Y es aquí donde radica en gran parte el problema, la escuela no cambia, los docentes no están abiertos a la transformación, continuando un método, un sistema que no sirve para la sociedad y los alumnos del siglo XXI.

Una cosa increíble que caracteriza al ser humano, es la gran diversidad y riqueza que existe, sin embargo, la escuela se empeña en reproducir individuos iguales, del mismo nivel, definidos por una calificación que marcará seguramente lo que hagan al salir de la educación obligatoria. No conocen a los alumnos. La escuela habla de valores pero el sistema y su estructura promueven lo contrario.



Este sistema del siglo XXI, viene del siglo XIX, establecido con la moral del Despotismo Ilustrado, donde se estableción la educación pública, gratuita y obligatoria, buscando, en ese entonces, un pueblo dócil y obediente bajo la máscara de la igualdad: "Todo para el pueblo pero sin el pueblo". Así, de este mismo modo, el docente dirige y busca alumnos iguales, controlando su conducta mediante castigos y premios, acostumbrándolos a ser dirigidos llegando a temer y evitar la participación activa del alumnado.

En la educación actual, toma especial y prácticamente única importancia los contenidos del currículum, ignorando la interdisciplinariedad y evitando las variaciones de contenidos. Por todo esto, la educación es un proceso meramente administrativo, una cadena de montaje similar a la de la industria o el ejército, buscando homogeneidad (saber lo mismo).

Y es que la educación debe centrarse en el niño, conocerle, motivarle, ofrecerle ayudas para alcanzar sus intereses y metas, atendiendo a sus necesidades. Lo curioso es la emoción con que los niños quieren aprender y lo rápido que la escuela frustra este interés por saber más y  que de manera innata se encuentra en los niños.

Al desviar la atención del niño y ponerla en el curriculum y en los contenidos, se comete el error de transmitir conocimientos teóricos, sin utilidad para los alumnos, lo que implica un aprendizaje a corto plazo y únicamente memorístico, frustrando cualquier posibilidad de aprendizaje significativo y comprensión, de descubrir y resolver por ellos mismos aquello que se les presenta.

Especialmente me gustó la idea que se expone en el documental de que los niños no están para nada vacíos, aspecto que la escuela parece no entender. Así, se refleja muy bien con la metáfora de un bosque: el bosque por si solo crece y se mantiene en perfecto estado, no necesita ninguna intervención de las personas, de hecho, es donde no hay intervención humana donde se conservan los bosques. Crecer es innato, lo único que se necesita es alimento, seguridad (que no siempre se da en la escuela) y amor (en cualquier aspecto: respeto, cuidado, interés y ayuda al niño). Pero en vez esto, se da una educación conductista, basada en el castigo, el premio y las amenazas, buscando buenas calificaciones por parte del alumnado, ofreciendo un buen comportamiento, desarrollando conductas que les permitan "sobrevivir" dentro del aula. Este comportamiento, que se pide igual para todos, es lo que elimina la diversidad, la espontaneidad y la libertad,  dejando camino, ¡cómo no!, a la homogeneidad.

Para terminar, reflexionar sobre la posibilidad de este cambio necesario: ¿estamos preparados para el cambio? ¿queremos cambiar? ¿debemos cuestionar lo que creemos? Es necesario adecuar la pedagogía al momento, a los docentes, las familias, y por supuesto, a los niños, a los educandos, respetar la diversidad.
Es necesario que la escuela se reencuentre con la educación.

Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo  A. Einstein.

1 comentario:

  1. Muy buena entrada.
    Igual que he puesto en la entrada de otro blog es una pena que os estéis formando y preparando para que cuando lleguéis a la vida laboral real no os dejen poner en práctica y podáis demostrar todas vuestras aptitudes y todo lo que tenéis dentro para poder mejorar.
    Es una pena porque vais a estar sujetos a unas leyes impuestas por un gobierno que las van a estar cambiando cada pocos años y a unas doctrinas que veréis distintas en cada colegio.
    Lo de la competitividad también estoy de acuerdo que es una pena, pero es lo que nos vamos a encontrar todos en un futuro. Desde bien jóvenes vemos que todo aquello que nos rodea y por todos los ámbitos que nos movemos se rigen por la competitividad.
    Respecto a la reflexión, ojalá me equivoque, pero aunque sí queramos y debamos cambiar, y estamos preparados; no lo van a dejar. Seguirá mirando cada uno para sus propios intereses.

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